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De piedra me he quedado al ver a mi musa en su blog de esta guisa. El pelo rubio, pase, pero esos dos globos que se ha incrustado a modo de pechos junto a sus morros de pato siliconado, aún me siguen produciendo escalofríos. Para mí ha perdido todos sus puntos. Quizá dentro de un tiempo me acostumbre a este look de rubia recauchutada, no lo sé, pero de momento en Devotos de la androginia sólo vais a ver a la Kimber James antigua, la que me enamoró (por suerte me queda muchísimo material suyo por mostraros).
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Aún no me lo creo. Menudo shock.
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De piedra me he quedado al ver a mi musa en su blog de esta guisa. El pelo rubio, pase, pero esos dos globos que se ha incrustado a modo de pechos junto a sus morros de pato siliconado, aún me siguen produciendo escalofríos. Para mí ha perdido todos sus puntos. Quizá dentro de un tiempo me acostumbre a este look de rubia recauchutada, no lo sé, pero de momento en Devotos de la androginia sólo vais a ver a la Kimber James antigua, la que me enamoró (por suerte me queda muchísimo material suyo por mostraros).
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Aún no me lo creo. Menudo shock.
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Repito: aún no me lo creo.
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